Un matrimonio de avanzada edad critica la falta de tacto de la Policía Local tras retirarle la grúa su vehículo

El pasado sábado, un matrimonio de 78 años, vivió una auténtica odisea para recoger su vehículo tras ser sido retirado por la grúa municipal. El coche estaba mal aparcado invadiendo un vado autorizado y de ahí que se produjera su retirada. Sin embargo, según denunció este matrimonio en una carta remitida a XAD, parece ser que la recogida posterior del automóvil ya fue más compleja. Los propietarios del vehículo explicaron que se personaron en las dependencias de la Policía Municipal para realizar los trámites pertinentes y a la hora de abonar la cantidad requerida(121,23 euros). Una vez allí se le pidió que la abonaran en metálico o a través de una aplicación que debía descargarse en su teléfono, dado que no aceptaban pagos con tarjeta. Fue emplazado  a acudir a un cajero y extraer la cantidad exacta ya que no disponían de cambio. El dueño de coche se mostró contrariado de que un pago de una cuantía así no pudiera realizarse con tarjeta y solicitó hablar con el responsable del departamento. Un hecho que, según cuenta, se le denegó. Ambas personas juntaron el dinero y abonaron, finalmente, el pago. Pero la sorpresa del matrimonio de casi 80 años no finaliza ahí. Al preguntar dónde se encontraba su vehículo, se les informó de que estaba en la planta desalinizadora -que actúa como depósito en estos casos- a veinte minutos caminando. Según cuentan, estas personas pidieron que se les acercara dada su edad y se les negó la prestación de ayuda. Es cierto que la Policía no tiene la obligación de llevar en sus vehículos a ningún ciudadano, pero también es cierto que el trayecto a pie desde las dependencias de la Policía Local hasta la desaladora es un poco arriesgado. Desde ese punto, el camino más recto es el que pasa por el colegio Trenc d’Alba y, después, discurre por el lecho del Río Gorgos sin aceras, y apoyos de ningún tipo. También está la opción de caminar un poco más por la avenida de Palmela y buscar el estrecho Pont del Llavador. En los dos casos, hay que sumarle el paso de vehículos en ambas direcciones y la escasa visibilidad de estos caminos que en muchos tramos no disponen de aceras para los viandantes. Al llegar a la desalinizadora, el matrimonio se encontró el recinto cerrado. Diez minutos después, aparecieron en su vehículo los oficiales que les habían atendido en el Portal del Clot y les abrieron para que pudieran retirar su vehículo.     Esta redacción ha tratado de obtener la versión sobre este incidente tanto en la Policía Local como en el Ayuntamiento, pero al momento de la publicación no se había recibido respuesta.