El entorno submarino del Portitxol no deja de sorprender y revelar importantes descubrimientos que consolidan su pasado histórico como puerto del Mediterráneo y enclave de recogimiento y descanso en los grandes viajes comerciales a lo largo y ancho del gran mar de las civilizaciones.
A los múltiples hallazgos encontrados en sus aguas fruto del intenso estudio que se está realizando para atesorar y poner en valor la riqueza histórica y patrimonial que esconden sus fondos, se suma ahora el fortuito encuentro de un conjunto de 53 monedas romanas de oro que arrojan luz sobre el incunable pasado del litoral de Xàbia. Los sólidos encontrados suponen uno de los mayores conjuntos hallados en España y Europa.
César Gimeno y Luis Lens buceaban hace menos de un mes en las inmediaciones del Portitxol sin saber que estaban a punto de realizar un hallazgo sorprendente que dotaría de mayor importancia arqueológica a la zona.
Parecía una inmersión más hasta que, dentro de una cavidad, un reflejo captó la atención de uno de ellos. Podía ser cualquier cosa: Una concha de nácar, restos de basura (que ambos recogen cada vez que se sumergen) o incluso una moneda de 10 céntimos. Justo a su lado había otro pequeño objeto similar así que, creyendo que podían ser desechos, las extrajeron y ya en la superficie, las limpiaron. Dos rostros de lo que parecía ser un emperador romano saludaron a sus descubridores.
“Sentimos que se cumplía el sueño que todos de niños hemos tenido de encontrar un tesoro”, narra uno de ellos. “Nos dio un vuelco al corazón al advertir lo que podía ser”, recuerda el otro. Sin embargo, lo que podría haberse convertido en la aventura veraniega de ambos, la anécdota que narrar en reuniones familiares y con amigos o el objeto de exhibición en sus hogares; se transformó en un ejemplo de solidaridad y generosidad. Rápidamente contactaron con el Museu Soler Blasco y pusieron en conocimiento de la administración municipal la pericia. En los días posteriores, de la mano del experto Jordi Blázquez (que forma parte del grupo de investigación de los fondos del Portitxol iniciado en 2019) y dotados de un equipo profesional, se sacó a la superficie el resto de este impresionante conjunto perfectamente conservado.
La manera de proceder de Gimeno y Lens es, sin duda, un ejemplo de solidaridad que, tal y como han indicado los investigadores presentes en el acto de presentación del hallazgo: “Lo difícil es actuar correctamente y por desgracia, esto es una excepción en el mundo arqueológico”.
Un tesoro probablemente oculto de los saqueos
Según han explicado Ximo Bolufer, arqueólogo municipal de Xàbia y Jaime Molina, catedrático de Historia Antigua de la UA y responsable científico de la excavación; los primeros análisis realizados por el Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico de la Universidad de Alicante (INAPH), apuntan a que se trata de una ocultación en medio de una situación de peligro o emergencia que provocó que una familia o persona pudiente de la época escondiera su valioso tesoro, quizás, con la intención de recuperarlo posteriormente.
Su estado de conservación es admirable e incluso permite leer las inscripciones. A falta de realizarse un estudio más exhaustivo que incluya las pertinentes excavaciones subacuáticas, el conjunto parece inscribirse entre finales del siglo IV y principios del siglo V dadas las efigies de los emperadores romanos Valentiano I y Valentiniano II, Todosio I, Arcadio u Honorio; que aparecen grabadas en los sólidos y que las enmarcan hace 1.500 años. Esto sitúa el hallazgo en un momento histórico turbulento en la península marcado por las invasiones bárbaras que propiciaron el fin del imperio romano, siendo los alanos los que invadieron el litoral de Xàbia.
El tesoro bien podía ser una colección particular, la cuantía de una importante transacción económica del momento o formar parte de un conjunto mayor. Cerca de él se han encontrado unos clavos de bronce y restos de plomo que podrían ser de un arca que albergara la totalidad de las monedas. Molina ha descrito con gran belleza a la bahía del Portitxol como “un libro de historia que vamos a descubrir poco a poco”.
Las monedas serán restauradas por el IVCR+i y, según ha explicado Bolufer a XAD, el municipio adquirirá una vitrina blindada acorde a las necesidades de conservación que requiere la colección para su futura conservación y exhibición. En este sentido, el alcalde de Xàbia, José Chulvi, ha remarcado que ya se han iniciado los trámites pertinentes para que el tesoro pueda exponerse de forma permanente en el Museu Soler Blasco junto al resto de piezas que conforman la sala de arqueología submarina y en la que se encuentra una de las mayores colecciones de ánforas mejor conservadas y de mayor valor del arco mediterráneo.
Chulvi ha destacado la honestidad de Gimeno y Lens y su predisposición absoluta para que el hallazgo forme parte de la historia del municipio y ha valorado el futuro parque submarino del Portitxol como un incentivo para que Xàbia llegue a convertirse en algo más que un destino de sol y playa y sea considerado como centro del patrimonio cultural valenciano.
Desde la dirección general de Cultura y Patrimonio de la Generalitat han anunciado que se destinarán 17.800 euros para la realización de excavaciones en la zona donde se encontraron las monedas. La campaña correrá a cargo del equipo que actualmente está llevando a cabo el estudio submarino del Portitxol y en el que, además de la UA y el Ayuntamiento y Museu de Xàbia, está participando el equipo GEAS de la Guardia civil y José Antonio Moya, Jordi Blázquez y Alejandro Pérez del INAPH.
Enhorabuena a los dos buceadores, Cesar Gimeno y Luis Lens por «el tesoro» encontrado y comunicado a las Autoridades!!
Felicito tambien al XAD
por su interesante artículo sobre el tema de las 53 monedas romanas de oro.
Los veremos en el Museo Blasco Soler.
Eva Klindworth
Gracias a estos ejemplares ciudadanos. La pregunta es: cuánto tesoro habrá en casas particulares por ahí ??