Jessica Bataille celebra este 2022, un cuarto de siglo desde que abrió su primera tienda de interiorismo en Xàbia, fue en Aduanas de Mar, y para ello organizó junto con su equipo una gran fiesta en el Riurau dels Catalá d’Arnauda para celebrar esa onomástica.
Desde que abrió aquella tienda, hasta ahora, un cuarto de siglo y una evolución a tener una empresa con 70 trabajadores, con los que comparte una visión: la apuesta por lo local y por implicarse en el municipio que le acogió. El Riurau completamente decorado para la ocasión, una gran pantalla, un escenario y muchas emociones a flor de piel, sobre todo de sus colaboradoras más cercanas: Amparo Marí y Susana Almansa.
Bataille explicó que la celebración se hacía precisamente en ese espacio “porque representa la construcción más mediterránea y es la esencia auténtica” y recordó que llegó con sus padres (desde Holanda) “como uno más de los locales vine con mis padres para poner en marcha un sueño… un sueño que ha llegado hasta aquí (2022 con ese equipo)”. La empresaria se mostró “muy agradecida” por como fue acogida, algo que trata de transmitir a la gente que viene a Xàbia de la mano de sus proyectos “todos los que estamos aquí intentamos hacer familia con ellos”.
“Dicen que soy la fundadora, pero no, no lo soy” reconoció con humildad la diseñadora, “era una niña, empecé experimentando, sintiendo, era mi oportunidad y me movía la pasión que tengo por crear y sobretodo involucrarme en la comunidad”. Y en este punto mencionó a su mano derecha, Amparo Marí, que forma parte de la empresa desde hace 20 años. La protagonista subió al escenario.
Bataille definió su relación con Amparo “como un matrimonio, en el que hay momentos que amas y odias”, pero destacó “la pasión y motivación” que tiene que según consideró ha permitido “que el equipo crezca”. Tras esta afirmación, la holandesa añadió “yo soy fundadora, soy cofundadora con Amparo”. Ya que “éramos dos locas” que lograron “sacar adelante esta empresa”.
La otra mano de la diseñadora, la mano izquierda, es SusanaAlmansa. Para ella también tuvo palabras de reconocimiento. Tengo una anécdota explicó Bataille de aquellos primeros años “ahora en la época que todo es Apple, que todo el mundo quiere un Apple, que no vienen a trabajar si no les das un Apple, nosotras hacíamos los diseños e infografías con dos ordenadores durante años”.
Al momento, Susana abrió una pequeña carpeta y sacó un ordenador portátil de la marca Sony Vaio y enseñándolo al público recordaron las tres que tiene una pantalla de unas 13 pulgadas y que “se encendía con un clip”. “Hacíamos representaciones aquí, y trabajábamos hasta las 3 de las mañana y teníamos todo en este pequeño ordenador, no se como no perdimos nada.. eso sí, tenemos gafas todas”, recordó la diseñadora.
Y remarcó con esa tecnología “éramos igual de apasionadas o más que ahora”, desde entonces hasta ahora, que “tenemos que delegar” el trabajo.
Cerró su intervención de reconocimiento a sus pilares “ella si han aguantado, es muy difícil crecer, para hacerlo tienes que tener pasión en esto” y repitió “muchas gracias chicas, gracias”.
A continuación Bataille describió la esencia del estudio de interiorismo y sus líneas de actuación, con una apuesta para los próximos meses de abrir un estudio en el centro histórico de Xàbia. Repasó las viviendas bioclimáticas que están construyendo, con la Ca La Siesta como emblema y el papel que en sus proyectos tienen “los artesanos” de los materiales para esas nuevas construcciones.
Detalló el proyecto Ca La Siesta forma parte del concepto Passivhouse, que pretende promover un tipo de construcciones que se rigen no solo por la “excelencia creativa, sino por el respeto al medio y el uso de los materiales fabricados localmente”. Además, “en un contexto de emergencia climática, como el actual, las Passivhouse son el presente y el futuro de la construcción”.
Asimismo mostró como han creado un perfil en el metaverso en el que se puede visitar esos proyectos y conocer todo lo que hay detrás de cada uno de los elementos de las viviendas: por ejemplo el artesano que hace a mano las tejas que adornan el techo.
Finalmente todo el equipo de Jessica Bataille se hizo una foto de familia y disfrutaron junto a todos los asistentes (unos 200) de un concierto a cargo de un pianista, que llenó de música los rincones del Riurau que con tanto estilo adornó el equipo de la empresa.
Felicidades Susana, sin tí no hay empresa, eso lo sabemos todos.
Enhorabuena!!
Hola Vecina, si sabes el apellido lo pongo en la crónica 🙂