El paso del Vuelta a España siempre es un motivo de fiesta y alegría. Este año la serpiente multicolor volvió a subir al Puig Llorença, y antes de hacerlo, se dio una vuelta por Xàbia, donde miles de personas salieron a calle para ver a los ciclistas pasar. El municipio además lució durante más de media hora sus parajes más bellos.
Las vistas de las calas de la Granadella y Portitxol, lo molinos de la Plana, el Montgó desde varios ángulos, el Cabo de la Nao y los acantilados con sus cuevas y rincones, fueron intercaladas entre las imágenes de los ciclistas que disputaban los últimos kilómetros de la etapa. También, junto a imágenes de la costa desde Calpe hasta Moraira, sirvieron de recurso tras la finalización de la etapa que se llevó Froome, entre las protocolarias entrevistas a los corredores y entregas de maillots.
El público xabiero salió en gran número a recibir los corredores a su paso por la villa, desde la entrada por la carretera de Gata, pasando por el supermercado Dia y el Lidl, la meta volante frente a la gasolinera del Pla, y en la rotonda del Mas y Mas y la subida al Carrasco, antes de encararse hacia Benitatxell, pasando por Pinosol.
Por supuesto, tampoco faltó el público en masa en las cuestas del Puig Llorença, muchos de los cuales subieron en bicicleta, a pesar del sofocante calor.
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27 agosto, 2017Por: Guiomar