La archidiócesis de Valencia ha dado a conocer, a través de sus canales de comunicación, cómo se están ejecutando las obras de restauración y recuperación de la iglesia-fortaleza de San Bartolomé y ha desvelado algunos detalles de las últimas actuaciones llevadas a cabo que se suman a las ya publicadas y anunciadas por XAD en el seguimiento de esta importante intervención en el patrimonio local.
Además de las obras más llamativas conocidas por todos, según detalla el arzobispado, también se han restaurado las seis tribunas situadas sobre las capillas laterales que, antaño, eran utilizadas para refugiarse por la población de Xàbia cuando la villa era atacada por la piratería. Estos espacios, situados tres a cada lado de la nave central y a los que se accede desde la cubierta han sido saneados de vegetación y suciedad y se han reparado las grietas y recuperado los ventanales tratando de rescatar los construidos por el arquitecto Urteaga.
Por otro lado, también se han recuperado los techados originales de la Sacristía Nueva y el Archivo y de la capilla de la Comunión que, originariamente, eran planos y sobre los que se colocaron tejas en el siglo XIX “que ahora dejan ver las ventanas góticas y las troneras para defenderse con cañones”. También se ha restaurado el rosetón de la cabecera, el camino de ronda defensivo perimetral y la escalera que accede al campanario.
En estos momentos se está finalizando la restauración de la fachada y adecuando las carpinterías y la electricidad y, entre otras intervenciones, queda pendiente la restauración de los dos portones góticos de San Bartolomé y San Gil. Se prevé que esta primera intervención finalice en diciembre de este año.
Las obras iniciadas en febrero han consistido en la la reparación de grietas, eliminación de humedades y restauración del campanario. Se han reparado las grietas de las bóvedas de sillería, “cosido” las grietas de los muros perimetrales para estabilizarlos, se ha hecho nuevo todo el revestimiento de la cubierta y colocado un almenado sobre el campanario que se colocó en el siglo XVI y posteriormente fue eliminado conforme a las necesidades del templo. El coste de la obra está sufragándolo la propia parroquia a través de colaboraciones, donaciones particulares y una subvención de 40.000 euros de la conselleria de Cultura.
13 octubre, 2020Por: Alvaro Monfort