El yacimiento de antiguas anclas de distintas épocas que rodea la isla del Portitxol, así como los vestigios submarinos encontrados que dejan entre ver que Xàbia albergó un importante puerto comercial hace siglos, han llamado la atención de la prestigiosa revista National Geographic. En su edición española, describen los hallazgos realizados por el Proyecto Arqueológico Portitxol como “uno de los más importantes del mundo”.
Y es que el lecho de la isla está descubriendo multitud de secretos entre restos cerámicos, metálicos y un buen conjunto de más de 100 anclas provenientes de distintas culturas y antigüedad. Se han encontrado anclas muy rudimentarias de piedra (algunas podrían alcanzar incluso los 500 kg), otras son de madera o plomo de origen fenicio y romano y otras de hierro de la época romana y bizantina. También hay de estilo andalusí.
Todo esto hace presagiar que la zona, idónea para guarecerse y hacer escala durante las largas travesías comerciales, constituyera un gran puerto no documentado hasta el día hoy y que en sus profundidades puedan descansar los restos de algunas de aquellas naos que, antaño, surcaron el Mediterráneo. De hecho, tal y como narra el artículo de la conocida publicación, se prevé que el Proyecto Arqueológico Portitxol continúe en paralelo junto a la excavación arqueológica de la isla durante cuatro años más para terminar de desentrañar la historia que descansa en su lecho.
En 2019 ya empezaron a conocerse los primeros hallazgos de este importante descubrimiento que contribuye a ensalzar la rica historia del Mediterráneo. Desde aquel momento, junto al arqueólogo municipal, Ximo Bolufer, los arqueólogos Jordi Blazquez y Alejandro Pérez han realizado las inmersiones. También han intervenido el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil encargados de preservar el yacimiento y evitar los expolios de los restos y Roberto García buceador experto en la zona que ha contribuido a localizar los restos y dificultar el saqueo de particulares.
El proyecto también cuenta con la participación de la Universidad de Alicante aportando equipamientos de la mano de los doctores Jaime Molina y José Antonio Moya. Además, Xàbia destina 18.000 euros anuales para la consecución de este importante estudio.
La pretensión final es la de crear un parque arqueológico sumergido que pueda ser visitado a través de una ruta de anclas históricas. La apuesta se complementaría con una recreación virtual del lugar e impresiones en 3D palpables de las ánforas y anclas encontradas para poder apreciar el yacimiento sin necesidad de sumergirse.
9 marzo, 2021Por: Alvaro Monfort