El pasado domingo, el Grup Polifònic Ars Nova de Xàbia vivió uno de sus conciertos más emocionantes. Por un lado, la soprano Teresa Albero, directora de la agrupación durante los últimos cinco años, se despidió formalmente de su labor al frente del coro local y, por otro, éste presentó al grupo que conforma Petit Ars, la nueva savia a la que Ars Nova pretende inculcar el gusto y amor por la música.
Una sonora y larga ovación despidió a Albero e hizo retumbar los muros de la iglesia de San Bartolomé. Y no es para menos. La soprano deja la formación en su momento más dulce ya que, a lo largo de este último lustro, Ars Nova ha vivido su personal resurgir incorporando nuevos miembros a sus filas y demostrando su capacidad artística más allá de Xàbia, La Marina y el país.
El mérito, en gran parte, recae en el afán y la tenacidad de Albero desde que descubrió el gran potencial que tiene la agrupación. Prueba de ello fue la estampa que quedó inmortalizada en el altar de la iglesia. Por un lado, un grupo uniformado plenamente satisfecho y orgulloso por todo lo aprendido y alcanzado junto a Albero y, por otro, el pequeño grupo de futuras grandes voces. En medio de ellos, la mujer de blanco que es capaz de interpretar la desgarradora obra de F. Poulenc La Voix Humaine.
La hasta ahora directora mostró su agradecimiento a todos y cada uno de los miembros que han formado parte de Ars Nova y a su junta directiva. Recordó la importancia del trabajo en equipo y destacó el apoyo recibido por la concejalía de Cultura. El alcalde de Xàbia, presente en el acto, destacó la pasión con la que trabaja la soprano y la especial reivindicación que realiza de la lírica en la zona, así como la visibilidad que concede a la mujer en el ámbito musical.
21 diciembre, 2021Por: Alvaro Monfort